martes, 6 de agosto de 2013

El tiene todo para ser y no lo es...

En cierta ocasión, un buen amigo me habló sobre un chico que vivía en mi vecindario con estas precisas palabras: "Él tiene todo lo necesario para aparentar ser un hombre maduro, sin embargo, no lo es". A partir de ese momento, me propuse observar cada actitud, movimiento, pensamiento, forma de hablar y gestos del chico en cuestión, y lamentablemente, llegué a la triste conclusión de que mi amigo tenía razón. Resultaba hasta chocante cómo se vendía a sí mismo como una cosa y resultaba ser otra.

Quedé impactada y anonadada por todas las cosas inimaginables que este sujeto había hecho, a pesar de que lo consideraba un chico aparentemente "serio". Como dicen aquí en mi país, "caras vemos, corazones no sabemos".

Debo admitir que su técnica de conquista era impresionante. Tenía un gran don de palabra para enamorar e impresionar a las mujeres, pero ¿qué ganaba él con enamorar a personas con las que no pretendía tener nada serio? Quizás sexo, compañía de una noche o llenar ese inmenso vacío que sentía, pero para mí, eso era una cobardía por su parte. Me viene a la mente la frase: "La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor de una mujer sin intenciones de amarla", lo cual también puede aplicarse a las mujeres.

Creo firmemente que cada persona tiene el derecho y el deber de vivir su vida como mejor le parezca, buscando su propia felicidad. Sin embargo, lo único injusto aquí es cuando alguien decide utilizar a otra persona sin comunicárselo claramente. Y no solo hablo por mí, sino que me pongo en el lugar de todos los demás. No me gustaría quedar ilusionada, enamorada y luego descubrir que todo fue un juego. Para eso existen el diálogo, los acuerdos y las palabras sinceras, para que podamos disfrutar mutuamente de lo que ambos deseamos.

Bueno, eso es todo. Para concluir, quiero que recuerden estas frases y las hagan suyas, al igual que yo las hago mías: "Haga el bien y no mire a quién", "Disfruta la vida porque es breve y corta, así que asegúrate de que valga la pena" y "Nunca es tarde para perdonar, arreglar y mejorar".

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