Un jueves 23 de agosto, la lluvia despertó en mí una profunda sensación de nostalgia. Extraño ciertas cosas y personas que tal vez ya no estarán en mi vida. Algunos se fueron sin decir adiós, sin despedirse, y puede ser que yo también haya dejado de insistir en aquello que quizás no estaba destinado a ser.
Sentado/a en mi lugar de trabajo, miro a mi alrededor y me cuestiono si realmente merezco todo esto. Los seres humanos somos complejos, ofrecemos nuestra ayuda y apoyo con sinceridad, pero en ocasiones no recibimos lo mismo a cambio.
En algunos momentos, me siento tratado/a como un extraño/a y esto produce un sentimiento de vacío y un nudo en mi garganta. ¿Será que esa persona no tuvo la valentía para afrontar lo que había entre nosotros? ¿Realmente se atreverá a decir que ya no le importo? La vida es un enigma, y es mejor disfrutarla, porque el destino se encargará de reunirnos si es lo que está destinado a suceder. Mientras tanto, solo puedo desear que esa persona sea feliz y se cuide.
No vale la pena perder el tiempo enojándonos o amargándonos. Nadie deja de importarle a alguien de la noche a la mañana. Si eso ocurre, es porque quizás nunca nos dieron la debida importancia o simplemente buscaban sacar provecho de la situación. Recuerda: 1) En nuestra vida, solo permanecerán las personas que realmente nos quieren, y aquellas que no, será un placer haberlas conocido. 2) Es preferible retirarse dejando un bonito recuerdo que insistir y convertirse en una verdadera molestia. No podemos aferrarnos a algo que no quiere quedarse. El que quiere, puede; y el que no, está de más.
Aquí te dejo algunas frases para reflexionar:
"Olvida el pasado, disfruta del presente y espera con ilusión el futuro". "Perdonar a tiempo es mejor que esperar demasiado, es preferible disfrutar junto a las personas que amamos". Así que ama con intensidad, vive la vida plenamente porque el tiempo pasa y debemos asegurarnos de que cada momento valga la pena.
¡Sonríe, porque vale la pena vivir!
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